Para ahorrar agua, coloca una cubeta debajo de la salida de agua. Así, el agua fría que normalmente se desperdicia será recolectada y podrá usarse para otras tareas, como regar plantas, limpiar pisos o lavar ropa. ¡Es una manera sencilla y efectiva de cuidar el agua!
Recolectar agua de lluvia es importante porque permite reutilizar un recurso natural gratuito, reduciendo el uso de agua potable para actividades como riego, limpieza y lavado.